Voz y Emoción

La voz es considerada como la huella digital de todo nuestro ser, ya que no existe una igual a la otra, cada ser humano cuenta con su identidad vocal única e irrepetible y es mediante esta que podemos transmitir a los demás nuestros más profundos sentires.
Mediante el uso de la voz podemos desarrollar nuestras emociones, ya que esta es la vía a través de la cual nos expresamos;  cuerpo, cerebro, emociones se expresan en unidad  cuando las cuerdas vocales vibran.

Cuando de niños somos callados constantemente por nuestros mayores o cuando en la escuela nos excluyen del coro por no tener "buena voz" se genera en nosotros a nivel cerebral, emocional, y corporal una inhibición que luego de adultos se ve reflejada en la dificultad que tenemos para transmitir lo que sentimos, para expresarnos ante los demás por miedo a ser callados y se genera a nivel físico una gran rigidez en la zona comprometida con la fonación y deriva en problemas de nódulos en cuerdas vocales y otras tantas patologías producto de esta castración vocal en las etapas más tempranas de la vida.

Es de vital importancia que en los primeros años de vida, los niños puedan tener espacio para la expresión vocal, más puntualmente que puedan cantar sin restricción de sus mayores; que puedan jugar libremente con su voz, explorarla de diferentes formas, haciendo uso de toda la gama sonora vocal, esto les permitirá tener un autoconocimiento y autocontrol tanto de sus emociones como de su tono vocal como así también una riqueza vocal incalculable.

En la medida que el niño se va desarrollando y con mayor relevancia en adolescencia y juventud es muy conveniente que pueda adquirir habilidades para mejorar aún más su seguridad vocal/emocional; esto puede hacerse por ejemplo con profesores de canto, fonoaudiólogos, logopedas, y otras especialidades como eutonía para la voz.

En la adultez es muy recomendable, en términos generales, más aún si hemos sido censurados en nuestra infancia y con más razón si trabajamos con nuestra voz, acudir a algún profesional que nos ayude a conectar con nuestro tono vocal y que a su vez esto tendrá una total repercusión en nuestro equilibrio emocional

En conclusión nuestra voz es la carta de presentación que tenemos ante los demás y es imposible ocultar lo que verdaderamente sentimos al hablar. En este acto interviene un plano físico que tiene que ver con el funcionamiento neuromuscular de la voz, los gestos y al cantar la vibración de todo nuestro cuerpo como una gran caja de resonancia, el plano emocional, relacionado con la personalidad, el carácter y las vivencias ya que nuestra voz está íntimamente ligada a nuestras emociones, y por último el plano mental vinculado con la comprensión y el lenguaje utilizado al hablar o cantar.

Es por ello tan necesario desarrollar un autoconocimiento y gestión de las emociones como también adquirir herramientas para el control motor sobre nuestra voz a fin de evitar tensiones innecesarias y que un uso inadecuado de la misma pueda desencadenar una patología futura.


Prof. Cecilia Peralta Alcorta





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